SERENA
TU MENTE
Y
NACERÁ LA CREATIVIDAD
Muchos de los que buscan la quietud de la
mente abandonan la vida activa y se retiran a alguna aldea, a un monasterio, a
las montañas, o bien se engolfan en ideas, se encierran en creencias, o evitan
a las personas que les causan perturbación, se convierten en místicos y
generalmente son tachados de locos, con ideas extrañas, e igualmente empiezan a
vestir extrañamente, se convierten en ermitaños y absolutamente solos, es su
deseo y así lo disfrutan.
Pero ese aislamiento no necesariamente
representa serenidad de la mente. El encierro de la mente en una idea, o el
evitar las personas que complican la vida, no trae serenidad a la mente. La
serenidad de la mente llega tan sólo cuando no hay proceso de aislamiento por medio de la acumulación de pensamientos,
preocupaciones, estrés, ansiedad y una completa comprensión de todo el proceso
de la vida de relaciones.
La
acumulación envejece la mente, bloquea la enferma; y sólo cuando la mente es
nueva, cuando la mente es fresca, sin proceso de acumulación, cuando de vacía existe una posibilidad de que haya quietud
mental. Una mente así no está muerta; está sumamente activa, está en renovación
constante, es activa, creativa, sana.
La
mente serena es la mente más activa; y si desean experimentar, ahondar en ello,
verán que en esa serenidad no hay proyección de pensamiento. El pensamiento, en
todos los niveles, es evidentemente la reacción de la memoria; el estar
pensando en acontecimientos y personas del pasado y el pensamiento jamás puede
hallarse en estado de creación; se bloquea, porque se encuentra absorto, perdido en
pensamientos del pasado que generalmente crean depresión o estar proyectándose hacia
el futuro, programando acontecimientos, lo que ocasiona ansiedad en espera de
que llegue el futuro. La mente está controlada por los pensamientos, no es
serena ni calmada, es como un caballo desbocado, una turbulencia continúa de
pensamientos, no hay paz.
Podrá
expresar la facultad creadora, pero en sí el pensamiento jamás puede ser creador.
Más cuando hay silencio, esa tranquilidad, hay paz de la mente que es un
resultado de dejar la mente en silencio, sin la carga constante de pensamientos,
veremos que en esa quietud hay extraordinaria actividad, una acción
extraordinaria que la mente agitada por el pensamiento jamás podrá conocer.
En esa
serenidad no hay formulación, no hay idea, no hay recuerdo, no hay estrés, no
se presentan estados de ansiedad; y esa serenidad es un estado de creación que
sólo puede ser vivido cuando hay completa comprensión de todo el proceso del
"YO", del “AHORA” eterno. No siendo así, la serenidad carece de
sentido.
Sólo en
esa serenidad, que no es un resultado, se descubre lo eterno, lo infinito, aquello
que está más allá del tiempo y del espacio; es un estado óptimo de CONCIENCIA
DESPIERTA, donde se ve y se siente la vida desde otra perspectiva con otra
visión muy diferente, donde hay creación, amor, constancia; donde se presentan sincronismos
y la vida se facilita para todo; porque se vive desde adentro, como un SER,
teniendo una experiencia humana, donde se pierden todo tipo de temores y
apegos, donde se disfruta el AQUÍ y el AHORA. Es la
Libertad Absoluta Primera y Última por siempre.