LOS
IGUALES SE ATRAEN
Esta es mi percepción, Si
eres infeliz, encontrarás a alguien que es infeliz.
La gente infeliz se siente
atraída por la gente infeliz. Y está bien, es natural. Está bien que la gente
infeliz no se sienta atraída por la gente feliz; de lo contrario, destruiría su
felicidad. Está perfectamente bien. Sólo la gente feliz se siente atraída por
la gente feliz.
Sólo una persona amorosa –
alguien que ya es amoroso – es capaz de encontrar la pareja adecuada. Los
iguales se atraen. Las personas inteligentes se sienten atraídas entre sí; las
personas menos inteligentes se atraen mutuamente. Te conectas con personas de
tu mismo nivel. Así que lo primero que hay que recordar es: una relación que se
ha originado en la infelicidad se volverá amarga. Primero sé feliz, alegre,
celebra y sólo entonces encontrarás otra alma que esté celebrando y habrá un
encuentro de dos almas bailando juntas y una danza maravillosa surgirá de ahí.
No pidas una relación
debido a tu soledad, no. De ser así, te estarás moviendo en la dirección
equivocada. Entonces estarás utilizando a la otra persona y estarás siendo
utilizado por ella. ¡Y a nadie le gusta ser utilizado! Cada individuo es un fin
en sí mismo. El utilizar a alguien es inmoral, es indebido. Primero aprende a
estar solo. La meditación es una forma de estar solo.
Si eres capaz de ser feliz
cuando estás solo, habrás encontrado el secreto de la felicidad. Entonces serás
capaz de ser feliz en pareja. Si eres feliz, entonces tendrás algo que dar, que
compartir. Porque cuando das, también recibes; no al contrario. Entonces surge
la necesidad de amar a alguien.
Normalmente tienes la
necesidad de ser amado por alguien? Es una necesidad equivocada también. Es una
necesidad infantil; es un comportamiento pueril, denota tu inmadurez. Es la
actitud de un niño.
Nace un niño. Naturalmente,
el niño no puede amar a su madre; no sabe qué es el amor y no sabe quién es su
madre ni quién es su padre. Está absolutamente indefenso. Su ser no está
todavía integrado; no está formado, no es uno todavía. Es sólo un potencial. La
madre tiene que amarlo, el padre tiene que amarlo, toda la familia ha de volcar
su amor en él. Ahora él aprende algo: que todos deben amarlo. Él nunca aprende
que debe amar. Ahora el niño crecerá, y si permanece estancado en esta actitud
de que todos deben amarle, sufrirá por el resto de su vida. Su cuerpo habrá
crecido, pero su mente permanecerá inmadura.
Una persona madura es
aquella que descubre su otra necesidad: la necesidad de amar a alguien. La
necesidad de ser amado es infantil, inmadura. La necesidad de amar, de dar, de
entregar es madura. Y cuando estás listo
para amar a alguien, sólo entonces, puede surgir una relación bella.
¿Es posible que dos
personas en una relación amorosa se dañen mutuamente?» Si, de hecho es lo que
está ocurriendo en todo el planeta. El «ser bueno» es muy difícil. Ni siquiera
eres capaz de ser bueno contigo mismo. ¿Cómo vas entonces a ser bueno con
alguien más? ¡Ni siquiera eres capaz de amarte a ti mismo! ¿Cómo vas a amar a otro?
Primero aprende a amarte, aprende a ser bueno contigo mismo.
Tus «santos religiosos» te
han enseñado a no amarte, a no ser bueno contigo mismo. ¡Sé duro contigo! Te
han enseñado a ser blando con los demás y estricto contigo mismo. Esto es
absurdo. Yo te enseño que lo primero y más importante es ser amoroso contigo
mismo. No seas duro, sé blando, se flexible;
cuida de ti mismo. Aprende a perdonarte — una y otra y otra vez — siete
veces, setenta y siete veces, setecientas setenta y siete veces. Aprende a
perdonarte. No seas duro; no te enfrentes contigo mismo. Y así florecerás.
En ese florecimiento
atraerás a otra flor. Es natural. Las piedras atraen a las piedras; las flores
atraen a las flores. Entonces se crea una relación bella, con gracia. Si puedes
entablar una relación así, tu relación crecerá, se convertirá en una oración;
tu amor se convertirá en éxtasis y a través del amor conocerás lo divino.
Osho.
MI
OPINIÓN:
Como en cada tema, en especial
los relacionado al amor de parejas, “Osho” nos sugiere conocernos a nosotros
mismos a amarnos a nosotros mismos, a perdonarnos cuantas veces sea necesario,
siempre nos equivocamos y lo mejor es, que nos debemos perdonar todas esa
veces, así creamos un entendimiento un lazo con nosotros mismos que será irradiado
en AMOR hacia nosotros primero, cuando aprendamos a querernos y a perdonarnos a
nosotros, estamos listos para AMAR a otros intensamente con todo nuestro
corazón. Los iguales se atraen, los iguales se entienden, LA AFINIDAD, es la
clave para vivir una relación en armonía, duradera y muy feliz, uno de nuestros
propósitos en la vida.