ACERCA
DE TU CONCIENCIA AL SABOR
Hagas lo que hagas.... sumérgete de
lleno en ello, éstate totalmente inmerso.
"Acerca tu conciencia
al sabor. Cuando estés comiendo, olvida todo lo demás; conviértete en tu
lengua, tus glándulas gustativas. Vívelo en su totalidad. Saborea la comida lo
más intensamente posible; te llevarás una gran sorpresa. No una sino muchas
sorpresas.
Primero, llegarás a ser
consciente de que no puedes comer más de lo necesario. No necesitas dieta; sólo
los tontos lo hacen. Si haces dieta unos cuantos
días, después te lanzas a la comida desquitándote y ganas más peso del que
habías perdido. Si eres inteligente, acerca tu conciencia a tu paladar. ¿Por
qué comes más?. Por la sencilla razón de que no saboreas y tu hambre de sabor
continúa, así sigues tragando más. Si realmente saboreas, enseguida te quedas
satisfecho, lleno. Enseguida el cuerpo te dirá: "¡Basta!". Si estás
atento serás capaz de escuchar cuando el cuerpo te dice basta.
Ahora mismo no estás ahí en absoluto.
Estás comiendo, pero no estás ahí, presente. Puede que estés en tu oficina o
puede que hayas ido a algún otro sitio para hacer mil cosas. Pero algo es
cierto: que no estás en la mesa donde estás sentado, siempre estás en algún
otro lugar. Nunca estás donde estás; no se te puede encontrar donde estás.
Come, pero hazlo
meditativamente, silenciosamente. Cuando estás comiendo, estás hablando. No
hables, porque si lo haces, perderás el gozo de comer, y cuando pierdes el gozo
de comer, tu hambre de sabor sigue pidiendo más; entonces sigues comiendo. Eso
parece no tener fin. La gente se pasa comiendo el día entero y aun así no
quedan satisfechos. Comer dos veces puede ser suficiente, o como mucho tres
veces; pero la gente sigue y sigue
comiendo.
¡Particularmente los
americanos! Si no están comiendo no saben qué otra cosa hacer. El hacer algo
con la boca les mantiene ocupados. Si no están comiendo, están hablando. Si no
están hablando, están fumando. Si no están fumando, están mascando chicle, como
si hubiera que tener la boca constantemente ocupada. Incluso cuando estás
comiendo estás hablando. ¿Cómo vas a saborear la comida y cómo vas a ser
sensible al sabor?
Cuando entras en un jardín
estás hablando. Si no estás hablando con alguien más, estás en diálogo
constante contigo mismo. Te divides a ti mismo en muchas personas, creas una
multitud en tu interior. Te preguntas y te respondes dentro de ti mismo. No
miras las flores. No sientes su fragancia, el gozo de los pájaros, la
celebración de los árboles. No te permites a ti mismo ninguna sensibilidad,
ninguna oportunidad de ser sensible, de ser más asequible a la existencia, de
ser más vulnerable.
Hagas lo que hagas....
(cosas sencillas: comer, andar, beber agua, bañarte, nadar en el río; sea lo
que sea: tumbarte al sol), sumérgete de lleno en ello, éstate totalmente inmerso.
Conviértete en tus sentidos. Baja de la mente a los sentidos, vuelve a
ellos".
Osho, El arte del té.
Me parece que:
En este mundo estamos todos
medio locos, vi por la televisión un concurso y obvio un premio para el
ganador, consistía en comer 10 kilos de carne de pavo y ganaba el que lo
hiciera dentro de un tiempo estipulado, fue tan grotesco ver a las personas engullendo
en la boca cantidades exageradas de comida, atragantándose todo por un premio y
por ser el ganador.
Se está volviendo costumbre y normal estar absolutamente pendientes de la comida, en el desayuno ya estamos pensando que será el almuerzo y así sucesivamente todo el día en función de la comida y en la mente que vamos a comer; donde llegamos lo primero que nos afrecen es comida, se está volviendo obsesión y así nos estamos poniendo con sobre peso y obesos o viviendo entre obesos, la necesitamos lógico, pero la medida la estamos perdiendo.
Recordé este concurso con
las palabras de “Osho”, alimentarnos para vivir, no vivir para comer, degustar
la comida, comer cada bocado despacio y poder saborear cada alimento, tenemos
la oportunidad de disfrutar cada instante con nuestros alimentos y lo más
seguro quedamos totalmente satisfechos, aprendemos a comer con CONCIENCIA de lo
que estamos haciendo en cada momento y así podemos evitar el comer por
saciarnos, comer por comer, es ahí donde llega el sobre peso y generalmente las
enfermedades.
En esta época donde se nos
presenta tanta variedad de alimentos debemos estar alertas para no caer en la
tentación y luego como generalmente sucede queda el remordimiento y claro ahí
viene el sobre peso, debemos aprender a comer con mesura y sobre todo saborear
cada comida, así evitamos las aburridoras dietas o más delicado y muy
arriesgadas las famosas cirugías para moldear el cuerpo y retirar la grasa que
se ha acumulado durante años, por no saber medir la cantidad en los alimentos, o
aun de más cuidado no saber controlar la ansiedad por la comida, perder el
control y la medida en cada alimento, comer por un estado anímico, emociones de
tristeza o alegría, son dos extremos que hay que vigilar.
Se acerca la época de
navidad, y se presentan exquisitos platos, dulces y bebidas, se puede probar de
todo, compartir y disfrutar de cada plato; ya tenemos el secreto para mantener
el peso ideal, es saber saborear. Hay que comer degustando y saboreando cada
bocado, despacio y siendo CONSCIENTES y no estar con nuestra mente en otros
lugares, debemos estar presentes en el lugar y en el momento preciso.
Tener
CONCIENCIA también favorece nuestro estado físico y nos ayuda a mantener
nuestro peso adecuado, Seamos sensibles al sabor y al momento.