TU INDIVIDUALIDAD...
No importa a qué te dediques ni en
qué emplees la mayor parte de las horas de tu vida.
Es necesario que haya algo que te
pertenezca a ti solamente.
Quizá te dediques exclusivamente a tu hogar y a la crianza de tus niños.
Tal vez trabajes o estudies y el
resto del tiempo estés en tu casa, con los tuyos.
Más allá de lo que hagas en compañía
de tu familia de origen, pareja o hijos, es imprescindible que haya algo que te
pertenezca a ti solamente.
Puede tratarse de un hobby, una amistad,
una pasión, algo que refleje un gusto o una afición de tu parte y que permite
que tu personalidad reluzca y tu creatividad florezca, además de hacerse sentir
bien y en plenitud.
Y es esencial que cuentes con un
espacio así, con la asiduidad que resulte posible.
Las parejas que están juntas hace
años o los mayores de edad que viven en la casa de sus padres y están
subordinados a ellos económicamente pueden llegar a acatar el punto de vista
ajeno, en desmedro de sus propios intereses, deseos y aspiraciones.
La dependencia nunca es recomendable
y la dependencia interna total, mucho menos.
Porque te hace perder tu
individualidad, estar todo el tiempo pendiente de las decisiones y de las
reacciones del otro y, además, opaca tu luz.
Te trasforma en un ser alejado de ti
mismo y llegas a no reconocerte.
Créeme que nunca pero NUNCA vale la
pena dejar que esto suceda. Por lo general, esto se aprende con el tiempo y con
las experiencias, pero ojalá te des cuenta de la importancia antes de que esto
te produzca alguna tristeza.
Porque aunque en un principio dejar
nuestros intereses de lado parezca más sencillo y también una manera de evitar
problemas, a mediano y a largo plazo generará conflictos que provocarán el
efecto inverso al buscado, tanto en tus relaciones interpersonales como dentro
de tu ser.
No renuncies a tu individualidad por
nadie ni por nada.
Tampoco permitas que una persona (sea
quien sea) se interponga entre tú y aquello que facilita que te reconozcas a ti
mismo de una manera que solo tú conoces.
Quien te quiere bien no intentará que
abandones o pospongas indefinidamente aquello que demuestra tu individualidad y
que te hace feliz.