CONCIENCIA

CONCIENCIA, La Clave Para Vivir En Equilibrio: Es un blog diseñado para publicar información respecto a aprender a vivir en armonía, paz y felicidad constante; es un proceso sencillo, es estar atentos al momento en que vivimos, la CLAVE es estar atentos al AHORA, dejar un poco la mente en quietud, se puede conseguir, es un proceso que poco a poco te despertará la CONCIENCIA, se consigue con un ejercicio fácil y continuo, debemos concentrarnos en nuestra respiración, inhalar y exhalar, naturalmente, así como lo hacemos todo el tiempo, la diferencia radica en estar atentos al proceso; cuando empieza a hacerlo se vuelve costumbre, es una especie de meditación, ya que la mente no puede pensar y concentrase en la respiración al mismo tiempo.
Así se realice solo por segundos las primeras veces, la continuidad del ejercicio, efectuará cambios poco a poco en el cerebro, igualmente en las emociones, ayudará a controlar la tristeza, el estrés, la ira, la ansiedad, el dolor emocional, la angustia, y todas las emociones que hemos manejado toda la vida, porque la mente es como un caballo desbocado, todo el día nos ataca con pensamientos continuamente, las estadistas que existen al respecto de los pensamientos es de 60.000 al día de los cuales el 95% son repetitivos, los cuales no llevan generalmente a soluciones efectivas, solo se consigue mantener un estado alto de estrés constante.
Realizando el ejercicio de respiración, los pensamientos se irán calmando y las emociones serán controladas, con el tiempo de práctica se logran excelentes resultados y el tiempo del mismo se ira ampliando solo naturalmente. Es para vivir y para iniciar un proceso de calma y tranquilidad en la vida, para conocer el secreto de vivir en equilibrio, además hay otras CLAVES, mucho más sencillas que con el tiempo de práctica se irán dando, iré igualmente brindando información al respecto de CONCIENCIA, La Clave Para Vivir En Equilibrio.

lunes, 1 de diciembre de 2014

¿AMOR PURO O FALSO AMOR? TU DECIDES...

¿AMOR O APEGO?



¿Puedes explicar la diferencia entre amor y apego?
Cuando uno ama procura respetar el libre albedrío de la persona querida y el suyo propio. Intenta hacer lo posible para que la persona querida sea libre y feliz, aunque ello implique renunciar a estar con esa persona. En el caso del apego, la persona que lo padece está pensando más en satisfacer su propio egoísmo que en el bienestar de la persona querida. Por ello tiene tendencia a vulnerar el libre albedrío de la persona a la que supuestamente quiere, reteniéndola a su lado en contra de su voluntad o coaccionándola para que haga lo que uno quiere, obstaculizando al máximo las relaciones con otros seres, a los que considera su “competencia”.

Aquel que ama de verdad no es posesivo con la persona amada, ni se molesta porque la persona amada quiera también a otras personas. Puede que el apego se agote, pero el amor verdadero, el amor auténtico, no se gasta. Por querer cada vez a más personas no significa que se quiera menos al resto. Pero el apego nos hace creer que sí. Que lo que se le da a los demás se nos quita a nosotros. El que siente apego exige, obliga y fuerza los sentimientos. Siempre espera algo a cambio de lo que hace. Está muy pendiente de exigir, de recibir y sólo da por interés, a condición de que se le dé primero lo que ha pedido. También por apego uno puede vulnerar su propio libre albedrío y obligarse a hacer cosas que no siente. El que siente auténtico amor da incondicionalmente y deja libertad a los sentimientos. No obliga, ni fuerza, ni exige nada a cambio de la persona a la que ama.

Imagina que dos personas que dicen amar a los pájaros, se encuentran:
La primera los tiene alojados en bellas jaulas doradas, en una habitación climatizada. Les da comida de alta calidad y agua de manantial embotellada, y los lleva al veterinario periódicamente. La segunda simplemente les lleva comida al parque, los acaricia cuando se posan y les atiende cuando están heridos y no pueden volar.



 La primera persona dice: ¡Cuánto quiero a mis pájaros! ¡Me gasto una fortuna en ellos para que tengan todas las comodidades que no tendrían si vivieran salvajes! ¡Pero me duran tan poco! Siempre están enfermos y por mucho que me gasto en medicamentos y en veterinarios se mueren prematuramente. ¡Cuánto me hacen sufrir! ¿Qué puedo hacer?

La segunda persona dice: Los pájaros que yo cuido no me pertenecen. No están encerrados en jaulas, sino que viven en libertad. Soy feliz porque sé que ellos no están conmigo obligados por los barrotes de una jaula, sino porque lo han elegido libremente. Soy feliz porque los veo vivir conforme ellos quieren, volando en libertad. Sus pájaros, amigo mío, se mueren de pena, porque no son libres. Abra sus jaulas para que puedan volar en libertad y vivirán porque serán libres, porque serán felices.

El primero responde: ¡Es que si les abro la jaula se escaparán y ya no los volveré a ver!
El segundo responde: Si se escapan es porque han estado retenidos en contra de su voluntad y se alejan de lo que para ellos es una vida de esclavitud. Mis pájaros no huyen de mí, porque saben que son libres de ir y venir cuando les plazca. Al contrario, cuando me ven llegar al parque acuden inmediatamente, me rodean y se posan sobre mí.

El primero dice: Lo que usted tiene es lo que yo deseo. Que mis pájaros me quieran.
El segundo dice: Lo que usted quiere jamás lo obtendrá por la fuerza. Les ha colmado de comodidades para intentar compensarles de la carencia de lo que más ansían: volar en libertad. Si realmente les quiere, deje que vivan su vida en libertad.

¿Quién es el que ama y quién es el que siente apego?

Siente apego el que quiere al pájaro enjaulado. Siente amor el que quiere al pájaro libre.

¿Me puedes poner un ejemplo de cómo se vulnera el libre albedrío de otra persona a través del apego?


 Hay apego en la madre que retiene a los hijos a su lado cuando éstos ya son mayores y quieren independizarse por diferentes motivos, bien porque han encontrado una pareja, o porque desean estudiar o trabajar lejos del hogar, etcétera. La madre que tiene apego intentará imponer su necesidad de estar con ellos, no respetando que ellos quieran vivir su vida de forma independiente y, de no conseguirlo, se sentirá emocionalmente herida y llegará a decir incluso que sus hijos no la quieren, intentando hacerlos sentir culpables para tratar de retenerlos a su lado.


 Hay apego en el padre que exige que sus hijos se dediquen a tal o cual profesión, que deben estudiar tal o cual carrera, si no, serán desheredados. Hay apego en el novio que le dice a su novia la ropa que puede y no puede ponerse, a qué hora debe entrar y salir de casa, con quién puede y no puede relacionarse. Este falso amor, el apego, es como una cadena, una jaula que aprisiona al ser objeto del apego, convirtiendo en carcelero al que se deja llevar por él, porque, como la persona que tenía enjaulados a los pájaros, el que sufre de apego, ni vive ni deja vivir.

Es lógico que dijeras que por apego uno vulnera el libre albedrío de los demás, pero sorprende que dijeras que por el apego uno puede vulnerar su propio libre albedrío. ¿Me puedes poner un ejemplo de cómo se vulnera el propio libre albedrío cuando se siente apego?

Pues sí. Por ejemplo, la misma madre del ejemplo anterior, cuando se inhibe de realizar algo que su interior necesita, como por ejemplo, dedicar tiempo a ayudar a otras personas fuera de la familia, debido a que cree que al hacerlo desatiende a la suya propia, por ejemplo, a sus hijos, o a su marido. Si la persona no supera el apego se sentirá culpable cuando atienda los asuntos que le llenan interiormente, e incluso llegará a inhibirse de realizarlos por ese mismo sentimiento de culpabilidad. Esta última manifestación de apego sí que resulta sorprendente, ya que normalmente las personas que están muy volcadas en la familia suelen ser consideradas personas muy amorosas.


Es porque el apego está muy arraigado dentro de nuestra cultura y se confunde a menudo con el amor. Mucha gente, debido a la educación que ha recibido, lo tiene tan arraigado que lo ha interiorizarlo como algo propio de su personalidad. A la mujer se le hace sentir culpable cuando no está el 100% del tiempo dedicada a su marido, a sus hijos o al trabajo, y cuando dedica tiempo a personas fuera de su familia se expone a ser objeto de habladurías por parte incluso de personas de su propia familia que dicen mirar por su bien, que intentarán hacerle sentir culpable con comentarios del tipo “Quieres más a esa gente que a los de tu propia familia”, o “¿Qué se te ha perdido a ti por ahí? Tu sitio está aquí, con los tuyos”, o “¡Qué van a pensar de ti!”. Aunque el hombre ha dispuesto tradicionalmente de mayor libertad, no está exento ni de sentir el apego, ni de que los demás le culpabilicen por apego, cuando dedica tiempo a ayudar a otras personas que no son de su familia, de su círculo de amistades, de su pueblo o cultura, sobre todo si de ello no va a sacar ningún rendimiento económico.

Fuente - Fragmento de Las Leyes Espirituales de Vicent Guillem

PIENSO QUE:

En nuestra cultura y en nuestras mentes tenemos ya condicionado, EL APEGO, se cree erróneamente, que si no hay apego, no hay AMOR, es muy fácil confundirlo con la indiferencia y con la persona que se comporta distantemente; no hay relación en lo absoluto, la persona INDIFERENTE, se comporta de una manera fría y vive alejada de cualquier situación de amistad o de amor, simplemente entrega y da de acuerdo a su propia conveniencia, sin ningún tipo de relación, en este caso no hay amor y tampoco apego. El amor con apegos se sufre, se siente dolor y necesidad, es egoísta, es enfermizo, celoso, dominante, se controlan las personas, no hay libertad; definitivamente no es amor verdadero, porque se actúa siempre y se siente desde el ego quien controla la mente humana y define el proceder y el sentir efímero y superficial  y no desde el ALMA, se piensa únicamente en la felicidad o el bienestar propio, y este bienestar es temporal, se siente por momentos o circunstancias, para tratar de llenar vacíos y falencias de toda una vida.


El verdadero AMOR, es sincero, puro, sin compromisos, sin etiquetas, no se clasifica; se siente con el corazón, es real, no hay diferencia de clase, edad, color u otra distinción, creada por el hombre con el fin de dividir a las personas y mantenerlas de acuerdo a sus esquemas establecidos, se entrega todo sin esperar nada a cambio, no hay límites, no hay cadenas, nada nos ata. Es un estado único de entrega total, se siente entre las personas que así lo desean, se vive y hay una compenetración total, un entendimiento y una afinidad únicos, se trabaja en un crecimiento mutuo, sin egoísmos, ni condiciones, se siente seguridad y paz; se mantiene intacto a pesar de las adversidades que se puedan presentar, siempre se superan, porque trasciende el tiempo y el espacio, se vive y se desea para siempre, es duradero,  EL AMOR VERDADERO, no siente apegos, solo libertad y puro amor desde ¡EL ALMA!