12 PASOS PARA SIMPLIFICAR TU VIDA...
Si no estás preparado para
el Espíritu, lo más probable es que no sientas el resplandor de la inspiración.
Dios estará a tu lado, te enviará la orientación, y las personas, que
necesitas; pero si estás completamente ocupado,
te perderás de estos regalos que pueden transformar tu vida.
1. Ordena tu vida, sentirás
una gran oleada de inspiración cuando te deshagas de cosas que ya no son útiles
en tu vida:
• Regala las cosas que
llevas uno o dos años sin utilizar.
• Regala esos archivadores
viejos que ocupan espacio y que casi nunca utilizas.
• Dona juguetes,
herramientas, libros, bicicletas y platos que no utilices a instituciones de
caridad.
Elimina todo aquello que te
despierte el deseo de adquirir objetos que contribuyan a una vida desordenada.
Recuerda lo que dijo Sócrates: "Está
más cerca de Dios quien necesita menos". Así que mientras menos
posesiones necesites asegurar, cuidar, desempolvar, organizar y mover, más
próximo estarás a escuchar el llamado de la inspiración.
2. Elimina de tu agenda las
actividades y obligaciones innecesarias e indeseables.
Si no estás preparado para
el Espíritu, lo más probable es que no sientas el resplandor de la inspiración.
Dios estará a tu lado, te enviará la orientación, y las personas, que
necesitas; pero si estás completamente
ocupado, te perderás de estos regalos que pueden transformar tu vida. Así
que dile "no" a las
exigencias excesivas, y no te sientas culpable de inyectar una dosis de tiempo
libre a tu rutina diaria.
3. Asegúrate de que tu
tiempo libre sea libre.
Ten cuidado con esas
invitaciones que pueden mantenerte en la cúspide de la pirámide social, pero
que te impiden el acceso a una inspiración gozosa. Si los cócteles, las
reuniones sociales, los eventos para recaudar fondos, e incluso charlar y beber
con los amigos no es la forma en que realmente quieres pasar tu tiempo libre, no lo hagas. Rechaza
las invitaciones que no activen sensaciones de inspiración.
Creo que pasar una tarde
leyendo o escribiendo cartas, viendo una película con un ser querido, cenar con
mis hijos o hacer ejercicio, es más inspirador que asistir a un evento en el
que suelen abundar las conversaciones inútiles, repetitivas y vanas . He
aprendido a rechazar esos eventos sin tener que disculparme, y eso me ha
permitido tener más momentos de inspiración.
4. Saca tiempo para la
meditación y el yoga.
Saca por lo menos 20
minutos diarios, siéntate en silencio y establece un contacto consciente con
Dios. Realiza meditación te invito a que busques un centro de yoga cerca de tu
casa u otra alternativa parecida,
aprende a meditar y comienza a practicar con regularidad. Las recompensas
son maravillosas: te sentirás menos estresado y más saludable e inspirado por
todo lo que podrás hacer con y por tu cuerpo en muy poco tiempo.
5. Regresa a la sencillez
de la naturaleza.
No hay nada que sea más
inspirador que la naturaleza. La fantasía de regresar a una vida menos
tumultuosa casi siempre implica vivir en el esplendor de las montañas, los
bosques o de un valle, en una isla, cerca al mar, o al lado de un lago. Estos
deseos son universales, pues la naturaleza ha sido creada por la misma Fuente
que nos creó a nosotros. Estamos constituidos por las mismas sustancias
químicas de la naturaleza (somos polvo estelar, ¿recuerdas?).
Tu deseo de simplificar y
de sentirte inspirado es impulsado por el deseo de ser tu "yo" natural, es decir, la naturaleza de tu yo. Así que
camina o acampa en el bosque; nada en un río, lago o en el mar; siéntate frente
a una fogata, monta a caballo, o esquía en la nieve. Esto no significa que
tengas que darte unas vacaciones largas ni planearlas con meses de
anterioridad: no importa dónde vivas, a pocas horas siempre habrá un parque,
campamento o sendero que te permitirá disfrutar de la sensación de estar
conectado con todo el Universo.
6. Marca distancia entre tú
y tus críticos.
Decide alinearte con
personas que también quieran encontrar una inspiración simplificada. Dales una
bendición silenciosa a quienes andan buscando defectos o son amigos de las
confrontaciones, y apártate de su energía tan rápido como sea posible.
Simplificarás tu vida enormemente si no tienes que justificarte ante nadie, y
si recibes apoyo en vez de críticas. No tienes por qué soportar las críticas;
simplemente agradece con amabilidad y promete pensar en lo que te digan, pues
representa un conflicto que no te permitirá sentirte inspirado. No necesitas
justificar tus deseos ni tu personalidad, pues esas sensaciones internas son el
Espíritu que te habla: son pensamientos sagrados, así que no permitas que
nadie los destruya.
7. Saca un tiempo para tu
salud.
Recuerda que el mayor
problema de salud en nuestra sociedad parece ser la obesidad. ¿Cómo puedes
sentirte inspirado y vivir con sencillez si consumes cantidades excesivas de
alimentos y no haces el ejercicio que tu cuerpo te pide? Recuerda que tu cuerpo
es el templo sagrado donde vives durante esta vida, así que saca un poco de
tiempo cada día y haz ejercicio. Si sólo puedes darle una vuelta a la manzana,
simplemente hazlo. De igual manera, incorpora a tu consciencia las palabras
control de porciones: ¡tú estómago tiene el tamaño de un puño, no de una pala!
Respeta tu templo sagrado y simplifica tu vida haciendo ejercicio y comiendo
con moderación; ¡te prometo que te sentirás inspirado si comienzas a hacerlo
ya!
8. ¡Juega, juega, juega! y ¡baila,
baila!
Simplificarás tu vida y te sentirás inspirado si aprendes a jugar
en vez de trabajar toda tu vida. Me encanta estar rodeado de niños porque me
inspiran con sus risas y su frivolidad. De hecho, muchos adultos me han dicho:
"Wayne, no has madurado: siempre estás jugando". ¡Esto es algo que me
enorgullece profundamente! Juego cuando hablo en el escenario, y juego mientras
escribo ahora. Baila siempre que
puedas baila, mueve tu cuerpo y
siente la libertad, suéltate y relájate.
9. Disminuye el ritmo.
Una de las observaciones
más iluminadoras de Gandhi nos recuerda que, "La vida es algo más que
aumentar el ritmo". Este es un gran consejo para simplificar tu vida; de
hecho, disminuye el ritmo de todas tus actividades durante un momento, aquí y
ahora. Lee estas palabras lentamente. Desacelera tu respiración para que seas
consciente de cada inhalación y exhalación...
Cuando vayas en tu auto, disminuye la velocidad y relájate.
Desacelera tu forma de hablar, tus pensamientos y el ritmo frenético de todo lo
que haces. Dedica más tiempo a escuchar a los demás; sé consciente de tu
inclinación a interrumpir y a dar por terminadas las conversaciones, y opta más
bien por escuchar. Detente y aprecia las estrellas en una noche despejada, o
las formas de las nubes en un día gris, mira al cielo cada que puedas. Siéntate
en un centro comercial y observa cómo todas las personas parecen ir deprisa y
sin rumbo alguno, perdidos en sus pensamientos.
Si
disminuyes el ritmo, simplificarás tu vida y te reunirás con el ritmo perfecto con
el que funciona la creación. Imagina que tratas de forzar a la naturaleza
halando una planta de tomate que acaba de brotar: eres tan natural como esa
planta, así que permítete estar en paz con la perfección del plan de la
naturaleza.
10. Haz todo lo posible
para evitar las deudas.
Recuerda que estás intentando
simplificar tu vida, así que no necesitas comprar objetos que
la complicarán y la trastornarán. Si no puedes adquirirlos, olvídate de ellos
hasta que puedas hacerlo; al contraer deudas, sólo agregas más capas de
ansiedad a tu vida. Esa ansiedad te alejará de la paz, que es el lugar donde te
encuentras cuando estás en Espíritu. Si tienes que trabajar más para pagar
deudas, disfrutarás menos de tu vida actual; en consecuencia, estarás más lejos
de la paz y la alegría, que son los
símbolos de la inspiración. Te sentirás mucho mejor y disfrutarás tu vida
si tienes menos en vez de contraer deudas que no te darán paz y tranquilidad,
sino estrés y ansiedad. Y recuerda: el dinero que posees sólo es energía, así
que niégate a conectarte con un sistema energético que no es real.
11. Olvídate del valor
efectivo.
Procura
no pensar frecuentemente en el dinero, pues he observado que las
personas que lo hacen no piensan en casi nada más. Entonces, haz lo que tu corazón te diga que es lo que te hace feliz, en vez
de pensar si será rentable o no. No te niegues a los placeres de la vida por
razones monetarias; no determines tus compras por el hecho de obtener un
descuento, y no te prives de sentir alegría porque no te hicieron una rebaja. Puedes llevar una vida feliz y satisfactoria,
y si en este momento estás pensando que yo tengo el descaro de decirte esto
porque tienes una situación financiera precaria, es porque tú mismo has
levantado tu propia barrera de resistencia.
Deja de ponerle una
etiqueta con precio a todo lo que tienes y haces: a fin de cuentas, en el mundo
del Espíritu no hay etiquetas con precios.
No hagas del dinero el centro de todo lo que tengas o hagas, no hables de dinero, ni le pongas
valores a todo; más bien, descubre el valor inherente a todas las cosas: así
simplificarás tu vida y regresarás al Espíritu. Un dólar no determina el valor,
aunque vivas en un mundo que intenta convencerte de lo contrario.
12. Acuérdate de tu
Espíritu.
Si la vida te parece muy
compleja, rápida, desordenada, frenética, o difícil, acuérdate de tu propio Espíritu. Estás encaminado a
la inspiración, un lugar sencillo y pacífico en donde estás en armonía con la
sincronización perfecta de toda la creación. Viaja mentalmente allí y detente
con frecuencia para recordar lo que realmente quieres.
Wayne
Dyer